Cáncer de mama: cómo prevenirlo

Tan importante como realizar controles médicos para cuidar la salud de nuestros hijos desde antes de que nazcan es que nos ocupemos de nuestro propio bienestar, durante toda la vida.

Uno de los cuidados femeninos por excelencia es el que tiene como objetivo la detección temprana del cáncer de mama, ya que así aumentan las posibilidades de cura.

El cáncer de mama es una enfermedad causada por la multiplicación anormal de las células de la mama que forman un tumor maligno. Puede afectar a cualquier mujer; aunque las posibilidades de que aparezca aumentan con la edad, en especial a partir de los 50 años.

¿Por qué ocurre?

Aunque se desconocen las causas de la enfermedad, sí se sabe que existen algunos factores que aumentan el riesgo de tenerla. Entre ellos podemos mencionar: ser mayor de 50 años, tener antecedentes personales o familiares de cáncer de mama, haber realizado un tratamiento con radioterapia dirigida al tórax o terapia de reemplazo hormonal, haber tenido la primera menstruación a edad temprana, haber tenido un primer parto a una edad avanzada o nunca haber tenido hijos, tener sobrepeso, llevar una vida sedentaria y consumir alcohol en forma excesiva.

Todos estos son factores que se pueden evitar para disminuir el riesgo de tener cáncer de mama.

También hay que saber que el cáncer de mama hereditario representa solamente alrededor del 5 y 10 % de todos los casos de este tipo de cáncer.

Por eso, la detección temprana es fundamental. La mamografía puede detectar el cáncer de mama cuando el nódulo todavía no es palpable. Y en estos casos, es posible recurrir a tratamientos menos agresivos que los que se realizan cuando el cáncer  está más avanzado.

Todas las mujeres entre los 50 y los 69 años de edad, sin antecedentes personales ni familiares de cáncer de mama, deben realizarse una mamografía cada uno o dos años, junto a un examen físico de las mamas por parte de un profesional de la salud.

Cuando el cáncer provoca síntomas y alteraciones de la mama detectables en el examen físico, se pueden observar retracción del pezón, cambios en la textura y el color de la piel, prurito o lesiones descamativas en el pezón.

Las mujeres menores de 50 años y las mayores de 69, en tanto, deben consultar con el médico sobre la conveniencia de hacer o no una mamografía.

¿Qué pasa si los estudios no arrojan los resultados esperados?

Ante una mamografía con una imagen sospechosa de cáncer o un examen físico que detecte una lesión visible y/o palpable en la mama, se deberá realizar una biopsia para definir el tratamiento.

La biopsia consiste en la extracción de células y tejidos, para que un médico patólogo los observe en un microscopio para verificar si hay signos de cáncer o no.

Ante un diagnóstico confirmado de cáncer, se realizan estudios adicionales para evaluar su extensión y decidir el mejor tratamiento.

Para más información sobre este tema, te recomendamos visitar el sitio web del Ministerio de Cultura de la Nación.