Embarazo: qué esperar en el primer trimestre

Si bien una gestación completa dura nueve meses, los especialistas suelen dividir este proceso en tres trimestres, que se diferencian entre sí por el crecimiento del bebé por nacer y las consecuencias que esta situación genera sobre la mujer que está gestando.

Aunque cada embarazo es diferente a los demás (incluso en una misma mujer), existen algunas situaciones que suelen advertir algunas mujeres en el primer trimestre de la gestación que caracterizan a estos primeros tres meses. Sin embargo, hay que aclarar que no todas las mujeres sienten lo mismo.

Para Rodolfo Lambruschini, médico especialista en obstetricia, es habitual que durante las primeras consultas al obstetra la embarazada le consulte sobre una serie de malestares que le preocupan, y que en realidad son situaciones normales que se presentan al inicio de la gestación.

Según el especialista, entre los malestares más frecuentes se encuentran los siguientes:

  • Aumento en la frecuencia del deseo de orinar. Esto es consecuencia del aumento en el volumen uterino, que comprime la vejiga (que es el órgano que está al lado) y produce una mayor frecuencia en la micción.
  • Náuseas y vómitos. Estos síntomas del aparato digestivo están relacionados con el aumento de los niveles hormonales (que en el comienzo son bastante elevados). Como consecuencia, se produce una sensación de “asco” frente a ciertos alimentos que, antes de la gestación, eran los preferidos de la embarazada, pero que ahora le resultan intolerables. Este síntoma va perdiendo fuerza a medida que se acerca a la semana 16, en la que prácticamente desaparece.
  • Aumento en la salivación. Debido al aumento de los niveles hormonales, la embarazada siente que tiene más saliva en la boca (factor que incrementa la sensación nauseosa).
  • Sensación de que “está por menstruar”. Esto se produce porque el útero presenta actividad contráctil. Se manifiesta como sensación de presencia en la zona que está debajo del ombligo. Y le hace sentir algo semejante a cuando está por iniciarse el período menstrual. Mientras que no se transforme en dolor o se asocie a sangrado vaginal, no debe ser motivo de preocupación.
  • Sensación de aumento del volumen mamario. Aquí nuevamente se ponen en juego los niveles hormonales aumentados, que provocan que las mamas se pongan turgentes. También puede ser el primer lugar donde aparezca alguna estría, debido al estiramiento de la piel en forma extremadamente rápida.
  • Es frecuente que la retención de líquidos en los inicios de la gestación provoque dolores de cabeza que antes no existían, o que agrave los de una jaqueca crónica ya existente. Mientras no se acompañen de aumento en la presión arterial, pueden manejarse con algún analgésico suave recetado por el obstetra.
  • Aumento del sueño. Este es un síntoma presente en casi todas las embarazadas, y aquí el responsable es el aumento de la hormona progesterona. También va a ir desapareciendo en las etapas progresivas del embarazo.

No todas las embarazadas sienten lo mismo. Pero en términos generales, estas situaciones suelen conformar los malestares orgánicos más frecuentes en el primer trimestre de la gestación, que se atenúan en el segundo y desaparecen en el tercero.

A estos síntomas físicos se les suma una serie de cambios en lo anímico-afectivo. Por lo que muchas veces, además de seguir los controles mensuales con el médico obstetra, también resulta necesario hacer un seguimiento con un profesional de la salud mental, que guíe a la embarazada y su entorno a través de los cambios que se van a ir presentando en los meses siguientes.