“Aprendemos a leer cuando somos bebés”

Tenemos la idea de que los chicos aprenden a leer en la última sala del jardín de infantes. Sin embargo, la profesora en letras Marcela Bisoffi nos explica que ese proceso comienza mucho antes: “Ya desde los 5 ó 6 meses de vida, cuando los bebés empiezan a percibir las formas y los colores, aprenden a leer”.

Marcela, quien también es escritora, sostiene que los padres tienen mucho por hacer para introducir a los chicos en el mundo de la lectura. Y esta intervención puede comenzar en el embarazo, ya que el bebé escucha todo lo que la mamá, el papá y los que están cerca de esa mujer embarazada tienen para decirle.

En el jardín de infantes el nene empieza a tener una relación con los otros, tan importante. Ahí escucha y empieza a compartir con sus compañeritos todo lo que tiene para decir.

Es importante fomentar desde temprano la lectura, como un proceso en donde se pueden mejorar las relaciones con los otros. Y entender que un lector se hace, se construye. Por lo tanto, lo tenemos que invitar. Y la primera invitación es a partir de la lectura en voz alta que haga un mediador (puede ser el maestro, la madre, el padre, un abuelo, el bibliotecario).

A todos los chicos les gusta un papá y una mamá que lee. Por eso es fundamental tomarnos un tiempo para leer o contarles historias. Buscar un lugar y un espacio para hacerlo.

La recomendación de Bisoffi es empezar con las historias que nos atrajeron. Y crear un clima, un espacio, un lugar para contar; sobre todo cuando empezamos con los chicos que no son lectores.

Así no solo lograremos promover el hábito de la lectura en los niños, sino compartir excelentes momentos con ellos.